Por Eduard Victoria
Resulta altamente lamentable que haya dirigentes políticos haciendo declaraciones ambiguas ante el drama que está viviendo los venezolanos.
Resulta paradójico que un político que ha alcanzado las más altas esferas del poder, cimentando su prestigio profesional y personal gracias al sistema democrático, no se muestre a favor de la democracia. Al adoptar una postura tibia frente al colosal fraude perpetrado por el régimen de Maduro contra su propio pueblo, parece contradecir los principios que lo llevaron a su propio éxito.
Al parecer que los compromisos políticos y los vínculos históricos de algunos jerarcas políticos y expresidentes latino americanos, como también dominicanos, han tenido con el gobierno de Maduro, le obligan a hacer equilibrios y declaraciones tibias para no ofender a la dictadura chavista.
No se puede ser imparcial ni neutral ante el abuso, porque quien no toma partido ante una injusticia se está siendo cómplice de la misma.