El Maestro de la Medicina Dominicana, José Joaquín Puello, cita la solidaridad, el respeto por la dignidad del paciente, la compasión y el calor humano, como cualidades esenciales en un profesional de la medicina y considera condenable cualquier caso de trato deshumanizado hacia el paciente.
A esas cualidades, el destacado neurocirujano dominicano, le agrega la importancia de que el médico tenga conocimiento pleno de los protocolos, actualización constante, trato sin discriminación de ningún género y dedicación plena al ejercicio.
“Estas calidades son, en resumen, las exigencias mínimas que debemos hacer. En lo que respecta a los casos de deshumanización no cabe otra palabra que condenarlos y que no se acumulen en el amplio, por desgracia, nicho de la impunidad”, señala el doctor Puello al referirse al tema de la “deshumanización” de la atención médica que ha estado publicando durante toda la semana Listín Diario.
Destaca que la práctica médica es compleja y tiene aristas muy sensibles y agrega que el tema de la deshumanización en los centros hospitalarios recorre el mundo con una presencia insoslayable.
No obstante, ¿señalo que en este punto surge la pregunta obligada de qué si todos los médicos y su personal de apoyo están deshumanizados?, a lo que de inmediato responde, que claro que no, pero, agrega, que al mismo tiempo y paralelamente hay otros, cuyo desempeño deja una huella negativa.
“He conocido ambos grupos y me llena de orgullo cuando constato el quehacer de los médicos por vocación”, señala el presidente de la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar.
“Ejemplos sobran. ¿Cuál es el nudo que el Listín Diario intenta, con gran empeño, deshacer? Comienza en el seno familiar: los valores éticos y conductuales lo aprendemos por imitación según consta en los estudios neurocientíficos del aprendizaje”, dijo.
La segunda enseñanza, agrega el doctor Puello, es la escuela formal: el maestro juega un papel insustituible en esa etapa de la niñez a la adolescencia y, por vía de consecuencia, lo aprendido perdura para toda la vida.
Filtro preuniversitario
La tercera parte, indica, es la parada en la escuela de medicina. “No todos los que deseen deben estudiar medicina. Ese filtro preuniversitario es clave”, dice.
Agrega que luego de 6 años en la carrera, los profesores tienen un papel preponderante, no solamente es la enseñanza de la medicina interna o la cirugía, las materias y las horas de clases, sino que todo eso debe ir acompañado con la Deontología Médica (conjunto de principios y normas éticas que rigen la conducta y deberes de los profesionales de la medicina).
Dijo que la Deontología Médica es una materia olvidada y a veces es un relleno y que las cualidades de un médico son las responsables de su acción cotidiana.