Los peces loro “descargan” hasta 100 kg de arena blanca al año por cada año de sus vidas. Los peces loro más grandes son como fábricas de arena, produciendo más de una tonelada de arena por año. La Universidad de Exeter estableció que los peces loro producen más del 85% de los nuevos sedimentos de arena en los arrecifes de las Maldivas. Cuando consideramos el impacto durante miles de años, imagínense la cantidad de hermosa arena blanca que los peces loro podrían producir si se les permitiera vivir y no se consumieran. Esto es muy importante para evitar la erosión de las playas.
Los peces loro también son esenciales para la supervivencia de los corales, ya que actúan como “limpiadores naturales” de los parásitos que crecen en ellos. Sin la ayuda del pez loro el coral simplemente moriría. Según un estudio de 2012, la pérdida de peces loro altera el delicado equilibrio de los ecosistemas de coral y permite que las algas, de las que se alimentan, no sofoquen los arrecifes. El estudio también demostró la pérdida de 50% de corales del Caribe desde la década de los 70 y pronosticando que podrían llegar hasta desaparecer en los próximos 20 años. Esto sería una consecuencia directa de la pérdida de peces loro y erizos de mar – dos herbívoros principales de la zona – y no solamente debido al cambio climático, tal como se cree popularmente. El estudio muestra además que algunos de los arrecifes de coralinos más saludables del Caribe son los situados en las áreas donde los gobiernos “han restringido o prohibido las prácticas de pesca que dañan a los peces loro, tales como trampas para peces y la pesca submarina”.
Estas áreas incluyen el Santuario Marino Nacional de Flower Banks Garden en el norte del Golfo de México, las Bermudas y Bonaire. En Belice, una prohibición voluntaria de la pesca del pez loro se ha transformado en ley nacional cuando el gobierno aprobó una nueva serie de regulaciones (Regulaciones de la Pesca 2009) para proteger a algunas especies.
Por último, pero no menos importante, consideremos la economía. Otro estudio describe. El estudio muestra lo que algunos de nosotros podríamos no saber: los arrecifes de coral ayudan a construir y proteger las hermosas playas de arena blanca , que atraen a turistas de todo el mundo. Los arrecifes proporcionan un hábitat crítico para la pesca artesanal e industrial.
Protegen también la costa de comunidades costeras y los hoteles turísticos – de la fuerza destructiva de las tormentas tropicales. En otras palabras, comer pez loro tiene un impacto directo en la economía. Los turistas viajan a la República Dominicana para mucho más que la bachata y el merengue.
Los turistas viajan por la arena y el mar. El turismo depende de las playas y las playas dependen de los corales, todo gracias a esta especie voraz. Al consumir peces loro, estamos robando la arena de las playas, y a su vez dañando a la economía.