Por: Edward Victoria En este artìculo deseo expresar mi respaldo a las afirmaciones del presidente Luís Abinader respecto a la orientación proempresarial de su gobierno. Ha delineado una visión clara orientada a impulsar el desarrollo económico y social de la nación mediante una política de respaldo a las empresas, particularmente a las pequeñas y medianas.
Según Abinader, los cimientos de su administración pro empresa descansan en cuatro pilares esenciales: simplificación de trámites, mejora del clima de negocios, promoción de la innovación y competitividad, y generación de empleos de calidad. Estos pilares buscan no solo facilitar la creación y crecimiento empresarial, sino también atraer inversiones nacionales y extranjeras que nutran el desarrollo sostenible del país.
Estas acciones conllevan la afirmación de que el progreso se alcanza mediante el trabajo duro y el esfuerzo, al brindar facilidades a quienes genuinamente generan riqueza: las empresas y la iniciativa privada. Ellas, a su vez, no solo son generadoras de empleo, sino también financian, con sus impuestos, obras, las políticas públicas y la administración del aparato estatal.
En este contexto, el gobierno de Abinader proporciona la certeza de no caer en el empobrecedor populismo, que aprovecha las necesidades de la gente para manipularlas y robarles su libertad, fomentando su dependencia, convirtiéndolas en esclavo del estado y de los políticos oportunistas.
Esta perspectiva se presenta como acertada y positiva para el futuro de la República Dominicana, al reconocer el papel crucial de las empresas como motores económicos y generadores de riqueza y bienestar.
Es de esperar que su gobierno proempresa se traduzca en resultados concretos y beneficiosos para todos los dominicanos.