La flexibilidad es una capacidad física que se puede entrenar y mejorar con la práctica de ejercicios específicos. Una buena flexibilidad nos permite mover nuestras articulaciones con mayor amplitud y con menor riesgo de lesiones, además de mejorar nuestra postura y reducir la tensión muscular.
A continuación, te presentamos algunos ejercicios que puedes realizar para mejorar tu flexibilidad:
Estiramientos de piernas: Siéntate en el suelo y estira una pierna hacia adelante, manteniendo la otra flexionada. Inclínate hacia la pierna estirada y mantén la posición durante unos 20-30 segundos. Cambia de pierna y repite el ejercicio.
Estiramientos de espalda: Siéntate en el suelo con las piernas flexionadas y la espalda recta. Agarra tus rodillas con las manos y presiona suavemente hacia abajo para estirar la espalda. Mantén la posición durante unos 20-30 segundos.
Estiramientos de cuello: Siéntate o párate con la espalda recta y lleva suavemente tu oreja derecha hacia tu hombro derecho, manteniendo el hombro izquierdo abajo. Mantén la posición durante unos 20-30 segundos y cambia de lado.
Estiramientos de hombros: Siéntate o párate con la espalda recta y lleva tu brazo derecho sobre tu cabeza, doblando el codo y llevando la mano hacia tu espalda. Agarra tu codo derecho con tu mano izquierda y estira suavemente el brazo hacia la izquierda. Mantén la posición durante unos 20-30 segundos y cambia de lado.
Estiramientos de brazos: Siéntate o párate con la espalda recta y lleva tus brazos detrás de tu espalda, agarrando tus manos detrás de tu espalda. Levanta tus brazos hacia arriba tanto como puedas, manteniendo la posición durante unos 20-30 segundos.
Recuerda que siempre es importante calentar antes de realizar estos ejercicios para evitar lesiones, y si sientes dolor o molestia durante algún ejercicio, detente inmediatamente. Además, la práctica constante y progresiva es clave para mejorar tu flexibilidad a largo plazo.