Fuente:Eduard Victoria
El Presidente Luis Abinader ha inscrito su nombre en los anales de la historia política dominicana al participar en el primer debate en el que un presidente candidato a la reelección se implica. Este acontecimiento trascendental no solo reviste importancia para la política de la República Dominicana, sino también para el fortalecimiento de su institucionalidad democrática.
Al aceptar debatir sus ideas y propuestas, demuestra coherencia y compromiso como ciudadano que eligió el camino de la política. Su presencia en el debate no solo es un acto de valentía, sino también un gesto que fomenta la interacción con la ciudadanía y la transparencia gubernamental.
A pesar de que las encuestas lo perfilan como ganador en primera vuelta en los comicios presidenciales, no teme exponerse al escrutinio público. Su dominio escénico, respaldado por estadísticas, datos y argumentos sólidos, convenció a quienes dudaban de su participación. Al desafiar las expectativas, el Presidente rompe paradigmas y muestra confianza en su visión y liderazgo.
La participación activa en debates políticos es esencial para el fortalecimiento de la democracia. Permite a los ciudadanos evaluar a los candidatos, conocer sus propuestas y contrastar sus ideas. Al ser el primer presidente en funciones en participar en uno, Abinader contribuye a la consolidación de la democracia dominicana. Su ejemplo puede inspirar a futuros líderes a seguir el mismo camino. Su presencia refuerza su posición y puede traducirse en un respaldo popular más sólido y una perspectiva electoral mucho mas favorable.
Con esta comparecencia Abinader no solo representó a su partido y a su gobierno, sino también a la esperanza del inicio de una nueva "cultura política" en la República Dominicana.